En la madrugada de ayer, sábado, los vecinos de la zona de Castro se llevaron el susto de su vida. Una avalancha de agua llenó de lodo la zona.
En la medianoche de ayer, sábado, alrededor de las 00:30 horas, un embalse con más de 80 años de antigüedad, ubicado en la zona de Castro, en San Isidro (Granadilla de Abona), reventó y afectó a dos viviendas y cinco vehículos.
Los vecinos de este lugar, donde se encuentran ubicadas un total de seis casas, aseguran haber oído un fuerte estruendo y después cómo el agua y el lodo inundaban sus casas. "Fue como una pequeña riada; nos cogió de lleno, después tuvimos mucho miedo" afirman los afectados, que manifiestan que ya desde el viernes se habían producido algunas filtraciones del embalse, que es de propiedad privada y que se utiliza para el riego de zonas agrícolas.
"Pudo haber pasado más, pero gracias a la eficiencia de los cuerpos de seguridad, todo ha quedado en un gran susto" indican, pues nada más comunicarse los hechos, se trasladaron al lugar efectivos de diferentes servicios, así como de Unelco, lo que permitió una evacuación rápida y efectiva.
El alcalde, Jaime González Cejas, informó ayer de que se ha prestado apoyo psicológico a los afectados y que a través del área de Servicios Sociales se procederá a realojar a aquellas familias que así lo necesiten y quieran. Añadió que "ahora lo importante son las personas, ofrecerle nuestro apoyo y ayuda, y después vendrán las responsabilidades".
Jaime González Cejas agradeció la eficiencia de las fuerzas de seguridad, ya que gracias a su profesionalidad no se han producido graves daños humanos y materiales, ya que la mujer de algo más de 50 años, cuya vivienda se encuentra en estado ruinoso y prácticamente ha desaparecido por ser la más cercana al embalse, fue evacuada con rapidez y llevada al centro de salud de la zona, y en el día ayer, sábado, ya se encontraba en casa de su hija y solo presenta contusiones y magulladuras.
Además de la mencionada vivienda, hay un segundo inmueble más afectado, cuyos propietarios, con lágrimas en los ojos, hacían hincapié, sobre todo, "en los daños psicológicos, y aseguraban que era su casa, "el esfuerzo de una vida y trabajo". Las cuatro casas restantes tan solo presentaban restos del lodo y el agua que entró de madrugada por sus puertas.
Fuente: El Dia


