El socialista Damián Pérez Viera, al frente de un equipo plagado de profesores, fue capaz de acabar con 23 años de mandato de Pedro Hernández Tejera en el pequeño pueblo de Fasnia, una de los grandes vuelcos de hace un año en las elecciones locales.
-Usted y su grupo de gobierno era nuevo en la política antes del 22-M y sin embargo ganaron con mayoría absoluta. ¿Este año de mandato ha sido llevadero o todavía están aprendiendo?.
“Ha sido un año duro y no por el trabajo en sí mismo ya que todos estamos acostumbrados a trabajar y tenemos la capacidad, el compromiso y las ganas suficientes para afrontarlo. Lo más difícil ha sido modificar los hábitos: nuestras costumbres de vida sobre todo la familiar, no diferenciar entre los días de la semana, siempre tienes que estar dispuesto a escuchar y a intentar dar una respuesta que es lo más difícil en estos tiempos. Por supuesto que estamos aprendiendo todavía, pobre del que se cree saberlo todo. El mundo de la Administración local es completamente distinto del que nos desenvolvíamos anteriormente. Se rige por muchas normas, burocracia y claro que estamos aprendiendo todavía. Tenemos plena conciencia y la suficiente humildad para reconocer que no tenemos la verdad absoluta de las cosas y que cada día aprendemos algo más”.
-Al menos llegaron a un Ayuntamiento saneado y dice la oposición que lo único que han hecho este año es culminar obras de anteriores mandatos.
“Lo que diga la oposición me preocupa hasta el punto de verlos como unos vecinos más y a los que intentaremos dar respuesta y convencer de nuestra gestión. A partir de ese punto, como es lógico, los caminos son antagónicos. Tienen la obligación y el derecho de defender su postura ante sus electores. La forma de decir las cosas es completamente distinta de la nuestra. Nunca saldremos en los medios de comunicación hablando mal de Fasnia, consideramos que hay otros foros en los que discutir y decirnos las cosas a la cara. Respecto a culminar obras de anteriores mandatos, tienen gran parte de razón. Es además nuestra obligación darles curso. Pero creo que a nadie se le escapa la actual coyuntura económica y quiero decirles que no tenemos ningún inconveniente en procurar todas las mejoras posibles para nuestro pueblo, aunque los resultados se vean en posteriores legislaturas. Al fina, el beneficiado será el pueblo de Fasnia”.
“Ha sido un año duro; lo más difícil, tener que modificar los hábitos familiares”
-Dígame tres objetivos básicos que le falten por realizar en los tres años que le queda de mandato.
“Mejorar los Servicios Sociales y atención a los mayores, la red de saneamiento y ampliar y mejorar la red de riego. Pero quedan muchos más y también importantes: Juventud, desarrollo local (mercadillo, red de senderos, turismo rural), energías alternativas, descentralización de la administración, mejora y soluciones del litoral, aula de la naturaleza, participación ciudadana…”
-¿Cómo han sido sus relaciones con su equipo de gobierno y con la oposición durante este año?
“Con el equipo de gobierno, muy buenas. Estamos trabajando en la línea que nos planteamos desde un principio haciendo reuniones una o dos veces a la semana, poniendo en común todos los temas que afectan a cada área, tomando decisiones conjuntas. Con la oposición las calificaría de correctas”.
-Fasnia sería, siguiendo las restricciones a las administraciones que propone el PP, un ayuntamiento en vías de desaparecer. ¿Está de acuerdo en que se supriman los municipios de menos de 5.000 habitantes?
“Por supuesto que no queremos que Fasnia como municipio desaparezca. La noticia nos alarmó sobremanera y ahora parece que la propuesta no va a seguir adelante. Resulta gratificante comprobar la gran cantidad de gente que llamó brindándose a empadronarse en nuestro municipio. Gente que es de aquí y vive fuera, otros que tienen su finca en el municipio. No descartamos la posibilidad de llevar a cabo una campaña en este sentido y llegar a ese tope de 5.000 habitantes. Estamos convencidos de que se puede lograr”.
-¿Ve usted alguna luz al final del túnel económico?
“Sinceramente, y de momento, no veo esa luz. Las noticias cada día son más alarmantes y todos lo comprobamos diariamente. Pero hay que ser, porque no nos queda otro remedio o porque realmente es posible, optimistas. Debemos agudizar el ingenio e incentivar la imaginación para buscar soluciones. Hablas con los mayores y nos cuentan tiempos más difíciles que los actuales. Si ellos fueron capaces de salir adelante nosotros también tenemos que luchar por conseguirlo”.
-¿Por dónde pasa el futuro del pueblo, por debajo de la autopista o por encima?
“Por ambos lados. No podemos ni debemos prescindir de ninguno. Cada zona tiene sus características y muchas posibilidades. Hay que explotarlas y darlas a conocer. Nuestra intención es potenciar y revalorizar todos y cada uno de los rincones de nuestro municipio, de la mar a la cumbre. En ese empeño estamos centrados un grupo de personas, dedicándole esfuerzo y mucha ilusión. Sé que cuento con un pueblo luchador, solidario, que va a arrimar el hombro para, entre todos, salir adelante”.
Publicado en: Diario de Avisos